Los muebles, las prendas deportivas y los productos de farmacia son los más demandados online
- Customer Experience
Aunque 2020 ha golpeado a sectores como la hostelería o el turismo, otras áreas de negocio han potenciado el ecommerce, ya que ha sido el único medio durante meses para mantener los negocios en marcha. Este mercado ha crecido en volúmenes de facturación en torno al 20% según la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia.
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La fiebre por el comercio electrónico ya se experimentaba en años pasados, pues las ventajas de adquirir productos online son muy evidentes: comodidad, no tener que salir de casa, facilidades de pago o disponer de horarios comerciales las 24 horas del día. Sin embargo, el asentamiento de este canal de ventas ha ido generando cambios en los hábitos de los usuarios.
Muchos consumidores ya no son simplemente compradores online o, por el contrario, aquellos que se decantan por los establecimientos físicos, sino que utilizan ambos canales para sacar el máximo partido posible de ellos. De esta manera, buscan en internet la información más completa sobre las posibles compras y acuden al establecimiento físico, o cuando no encuentran lo que buscan en los comercios tradicionales, se decantan por el ecommerce, y todo ello sin mostrar claras preferencias por ningún canal.
Sin embargo, ese interés desmedido por el consumo online no ha sido igual de exitoso para unas industrias que para otras. Sectores como la venta de mobiliario, los productos de farmacia o la venta de material deportivo han crecido enormemente, pero en cambio otros han reducido su mercado de manera importante, siendo especialmente relevante el caso de la industria turística, según la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD).
La integración del comercio electrónico como un canal de ventas necesario ha sido un proceso lógico, pues las restricciones de movilidad, el estado de alarma y las recomendaciones sanitarias siguen advirtiendo de la peligrosidad del contacto social. Por este motivo, y aunque no se recuperen los datos generales de facturación de otros años, el comercio electrónico ha experimentado un auge destacado en la confianza de los consumidores.